El campo puertorrealeño Villanueva Golf ha vivido en su corta existencia tantos inconvenientes, falta de liquidez, cambios de modelo en la gestión, que es realmente un milagro que sobreviva. El giro más afortunado para esta instalación se produjo a finales de 2015, cuando la firma Gescan Golf compró el campo y retomó el proyecto frustrado de la inmobiliaria Galia y Hoteles Vincci. Un año más tarde las cuentas de resultado de la instalación cuadran y comienzan a verse los beneficios.

 

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