Por ahora, las instalaciones se abren para golfistas federados de la isla y el primero fue Cristian Siverio, a las 08.20 horas, con un recorrido que sigue las exigencias del protocolo que dictan las instituciones de golf.
Según detalla el complejo, los jugadores mantienen las distancias de seguridad, no hay rastrillos en los búnkers, no funcionan las fuentes, del aparcamiento se va directo al ‘tee’ de salida y no se pueden tocar las banderas de los hoyos.
Además, las cazoletas de los agujeros se han rellenado con espuma para que la bola no entre del todo y se puede recoger con facilidad con dos dedos.
«Se busca la máxima protección, disfrutar del juego y cumpliendo con el protocolo indicado», señalan.