Un tropel de proyecto de campos de golf -más de veinte- llegaron a iniciar trámites en la provincia en los años de prosperidad. Desde los Vélez al Andarax, cada comarca tenía al menos un par de resort sobre plano calentando motores. Todo quedó en un sueño con la depresión de 2007 y también con el tamiz que aplicó la Consejería de Medio Ambiente para adecuar los fuegos de artificio de la oferta a la demanda real que cabía esperar. Ha pasado más de una década de aquella fiebre verde y solo salieron adelante el de El Toyo, con el impulso de los Juegos Mediterráneos, el de Mundo Aguilón en Pulpí y el de Macenas, que fue requisado por el banco malo y se encuentra cerrado y puesto a la venta.