Borriol (Castellón), martes 25 de abril de 2017.- Sergio García, flamante ganador del Masters de Augusta, ha comparecido hoy ante los medios de comunicación en el Club de Campo del Mediterraneo, en Borriol (Castellón), donde no solo le esperaban 50 periodistas sino también su familia, amigos, los socios y todos los empleados del Club para rendirle un emotivo homenaje.
A su llegada al Club en el que se ha formado “como jugador y como persona”, el castellonense ha sido recibido con pancartas, flores, tarta (coca fullá de Borriol), confetis y una sentida ovación. A continuación, en un salón abarrotado y luciendo orgulloso la chaqueta verde, ha respondido a todas las preguntas siendo interrumpido varias veces por los aplausos de todos los asistentes.
Sensaciones desde el triunfo: “Fue muy bonito. Estas dos semanas y media han sido muy intensas. Este recibimiento en mi club es increíble. Esta chaqueta verde es un poquito de todos, del club, de los socios, de mi familia y mi equipo, y de toda la gente que me conoce. Ha sido muy bonito y hay que disfrutarlo porque esto es un poco de todos”.
Si compartirá taquilla en el vestuario de campeones de Augusta con José Mari Olazábal: “Esperemos que sí, que nos pongan juntos, pero no lo sabré hasta que llegue allí el año que viene”.
Cómo fue la noche tras la victoria: “Algo dormimos, pero no mucho. Había mucho que hacer en el campo. Acabamos de jugar a las siete y hasta las once y media no nos fuimos del Augusta National, entre ceremonias, entrevistas, la cena con los socios… Al llegar a la casa que teníamos alquilada tuvimos una pequeña fiestecilla con la prensa española. No nos fuimos a dormir hasta las 4 ó las 5. Fue una noche bonita y muy intensa. Tampoco dormimos mucho en Nueva York, tuve que hacer muchas entrevistas desde muy temprano. Fueron tres días muy intensos”.
Lo que más valora de este éxito: “Me vienen muchas cosas y muchas personas a la mente. Mi familia, mi novia, su familia…, todos los que me han estado apoyando estos años. Me siento muy orgulloso de haber hecho realidad un sueño, ¡y encima en Augusta que lo hace aún más bonito! Es un premio al trabajo, a la consistencia, a la perseverancia y a no dejar de creer. Siempre he creído que llegaría”.
“Cuando gané me vinieron tantos flashes y tan seguidos en tan poco tiempo; sentí euforia, rabia, alegría, emoción… Lo celebré como lo sentí”.
Qué ha cambiado desde 2012, cuando dijo que no era lo suficientemente bueno para ganar un Grande: “Sinceramente, no muchas cosas. La semana del Masters ya comenté que estaba trabajando en aceptar las cosas, en ser más paciente, en cómo tomar los momentos buenos y malos de la mejor manera. Lo de 2012 me cogió en un momento complicado, un sábado que salía con posibilidades, no jugué bien, no era la primera vez, me frustré y luego… ya sabéis que yo suelo decir lo que siento. Pero aquello fue sólo un momento de gran frustración, porque después, en el siguiente torneo, fui con todas las de la ley. Tras aquel Masters he hecho muchas cosas buenas, he ganado torneos”.
Si esta victoria en Augusta ayudará para el desarrollo del golf en España: “Si esto no ayuda, no sé qué hay que hacer. Sabemos que el golf en España es, entre otras cosas, un gran reclamo de turismo y hay que seguir luchando porque cada vez hay más competencia de otros países. Ojalá que los políticos ayuden y la Federación ayude también”.
Este año sin Open de España. “Es desafortunado que este año no se juegue. Nosotros seguimos apoyando y lo vamos a hacer con el Andalucía Valderrama Masters. Pero no es una pregunta para mí, es para la Federación, que es la propietaria del Open de España”.
Momento clave del domingo del Masters: “Para mí fue importante no volverme loco en el hoyo 12 y querer ser más agresivo de lo que tocaba, porque si me vuelvo loco y me voy al agua, ahí sí que se acababa el torneo. Después, en el 13, los dos hicimos par, pero tal y como se dio el hoyo y los problemas que tuve, creo que más bien yo hice medio birdie y Justin medio bogey. Yo sabía que me quedaban hoyos para hacer cosas buenas y dar buenos golpes. Creo que en ese momento Justin Rose también vio que no me escapaba”.
Partido con Justin: “Somos muy buenos amigos, hemos pasado mucho tiempo juntos y compartido buenos y malos momentos. Jugar juntos, probablemente nos ayudó a los dos. Fuimos celebrando los buenos golpes; él me dio con el putter en el 15, luego yo le di una palmadita en la espalda. Si hubiésemos jugado a cara de perro me habría sentido mal, prefiero ser como soy y actuar como actúo. Lo bonito es ganar jugando un poco mejor que el otro. Cuando gané me dijo: “si hay alguien que merecía esta victoria ese eras tú”. Si no te llevases bien con tus compañeros… no te dirían eso”.
Aquellos sueños de grandeza cuando entrenaba en este club de niño: “Cuando era pequeño a lo mejor estaba en el putting-green y sí que pensaba a ver si gano esto, lo otro, o que tenía un putt para ganar el British, el Masters… Son sueños de chavalines. Pero luego las cosas se dan como se dan, nada es fácil, todo el mundo practica duro y nadie te regala nada. No todos pueden ganar. Ya dije en su día que estaba muy orgulloso de mi carrera por la consistencia: he estado 19 temporadas entre los quince o veinte primeros del mundo. Este dato a veces se mira un poco por encima, quizá no se valora, pero yo siempre lo valoré antes de ganar el Masters, y sé que los profesionales de golf lo valoraban también”.
Acerca del Clásico, Madrid-Barça: “Fue un partido bonito. Los dos equipos estaban algo tocados por la Champions. La ovación que me dieron fue lo que más me gustó, me emocioné. Me he llevado muchas y buenas ovaciones en muchos torneos, en la Ryder Cup, en el British, en Augusta, pero entrar a un estadio como el Bernabéu y que 90.000 personas coreen tu nombre… Se me pusieron los pelos de punta. Fue muy emocionante. Le doy mil gracias al Real Madrid por darme esa oportunidad y por hacerme socio de honor, porque somos muy poquitos”.
Esa nueva actitud, ¿en qué momento se da ese punto de inflexión?: “No es una nueva actitud. La he tenido igual muchas veces, aunque es verdad que a lo mejor en los Grandes estaba más inquieto. Esta semana en Augusta fue muy importante la mentalidad”.
Trabajo previo al Masters: “En Dubái ya fue muy bien. Aquella victoria contra Henrik Stenson me dio mucha confianza. Después, la semana antes del Masters, estuve trabajando en Austin con mi padre y me dijo que me veía muy bien, que creía que iba a hacer algo importante en Augusta. La combinación del entrenamiento y mentalidad fue perfecta.”
Si se siente capaz de ganar más Grandes: “Estamos a buen nivel. Nunca se sabe lo que va a ocurrir pero tengo confianza en seguir haciendo cosas buenas; me veo con capacidad para seguir mejorando. Todo el mundo sabe lo que mucho significa para mí el Open Británico y me gustaría ganarlo. Sí, me siento con posibilidades de ganar más de un Grande”.
Si en el play-off se le pasó por la cabeza el fantasma de Carnoustie: “No, por una razón muy sencilla. Allí hice bogey en el último hoyo y entonces la sensación es de haberlo dejado escapar un poco, pero en Augusta estaba jugando muy bien y tenía la sensación de haber hecho todo lo que podía hacer; fui al play-off pensando: estoy bien, feliz, tranquillo, jugando de maravilla. Mi novia me chocó los cinco y dijo: “vamos, que es tuyo”. Mi madre me dio un beso y dijo: “vamos, que puedes”. Salí a jugar el play-off con la mentalidad de hacer un birdie”.
Motivación por la irrupción de Jon Rahm: “Me llevo muy bien con Jon, con Rafa y estoy orgulloso de los españoles que compiten en el Tour, y si lo hacen mejor que yo, mejor. Que Jon haya sido el cuarto español en ganar en el PGA Tour es un orgullo, todo lo bueno que haga un español me enorgullece, no voy a estar celoso ni me va a picar. Lo más importante es que Jon siga jugando bien, que Rafa recupere su nivel de los últimos años, fue bonito ver que Gonzalo ha tenido una buena semana, o Larrazábal… Cuando Pablo me ganó aquel desempate en Alemania, lógicamente yo quería haberlo ganado, pero estaba encantado de que ganara un español”.
Declaraciones de Harrington: “El fin de semana pasado hablé con él porque coincidimos en la boda de Rory. No hay ningún problema, no tenemos ningún problema y nos respetamos mutuamente”.
La influencia de Angela Akins, su novia: “Ella me ha ayudado muchísimo. No es la única. Todo mi equipo, mi familia, su familia, ellos desde hace menos tiempo. Ella ha puesto mucho de su parte y me ha ayudado mucho, pero también es verdad que los golpes los pego yo… Siempre es importante tener a alguien que te quiere y te apoya, en lo bueno y lo malo”.
Cuánto has cambiado: “Soy el mismo Sergio de siempre. Tengo un Masters y a lo mejor de confianza estoy mejor que hace un tiempo, pero no he cambiado nada”.
Te has quitado presión de encima: “A ver, sí, algo de presión me he quitado. Siempre dije que no necesitaba ganar un Grande para ser feliz, aunque ayuda, no voy a mentir”.
Futuro del golf español; “Jon está muy bien, jugando muy bien, le están saliendo las cosas y es importante para coger confianza. Rafa espero que repunte al nivel de estos últimos años. Hay varios jugadores: Nacho Elvira lleva un año sólido, Pablo parece que está haciendo buenas cosas, a ver si Gonzalo coge más confianza. Si podemos ir doce españoles a la Ryder Cup, ¡mejor!”.
Cena de campeones el martes de Augusta 2018: “Tenía pensado el menú antes de este año pero no os voy a decir en qué consiste, aunque será muy española”.
Chaqueta verde de campeón: “La chaqueta va a viajar bastante con nosotros, es un orgullo llevarla. En algún momento aparecerá en nuestra boda, pero no me voy a casar con ella puesta”.
Algo que le apetece mucho: “Tengo ganas de ponerme en el tee del uno del The Players y que me presenten como ganador del torneo y también del Masters”.
“Jugar al golf es lo que más me gusta del mundo, me hace feliz. Soy un perfeccionista y me gusta hacerlo lo mejor posible”.
Sergio García homenajedo en su Club apareció por primera vez en Golf in Spain.