Recientemente La Manga Club ha puesto en marcha un proyecto piloto para el tratamiento de los residuos orgánicos que se generan una vez que se clarifica el agua en su depuradora. Hasta el momento, la mayor cantidad de esta materia orgánica es recogida y tratada por gestores especializados, lo que conlleva un importante coste económico teniendo en cuenta que en épocas como el verano se pueden generar hasta diez metros cúbicos de residuos cada semana. Se estima que se pueden gastar entre diez mil y doce mil euros al año sólo en gestión de residuos sin contar la compra de abonos y otros conceptos.

“Este proyecto piloto se puso en marcha hace unos tres años, se realiza ahora a pequeña escala y es bastante sencillo: consiste en utilizar el propio proceso biológico de la lombriz roja para convertir los residuos orgánicos en abono. El proceso se llama vermicompostaje y es la lombriz la que se encarga de ‘comerse’ los residuos orgánicos y transformarlos en abono – humus de lombriz – que puede ser utilizado en campos de golf, jardines, etc. Este abono es rico en nutrientes y microorganismos beneficiosos capaces incluso de desplazar a otros microorganismos patógenos que dañan la flora existente”, indica Raúl Bragado, head greenkeeper de La Manga Club.

“El proceso, desde que añadimos los residuos orgánicos hasta que se convierten en abono, dura unos dos meses. El objetivo es implantarlo como una fase más de la depuración de las aguas”, añade Bragado. “En cuanto a la instalación, se trata de una superficie impermeabilizada con una balsa de recogida de lixiviados que se encuentra anexa a la depuradora. En esta superficie existen dos zonas diferenciadas: la zona donde ‘trabajan’ las lombrices para crear el abono y la zona donde se vierten los residuos sobrantes que se estabiliza con cal”.
 

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