José María Muñoz es un respetado profesional de la industria del golf, no en vano lleva quince años dedicado al mantenimiento del recorrido de Santana Golf en el Valle del Golf de Málaga. José María llegó al mundo del golf por pura casualidad ya que, tras concluir su formación en la Escuela de Formación Agraria La Lira Campanillas, en 1979 entró a trabajar en la explotación aguacatera Avocado Export, permaneciendo en ella hasta que en 2002 parte de la explotación fue reconvertida en campo de golf. Desde que se inauguró Santana Golf, José María ha sido su head greenkeeper.
 


 

¿Qué te motivó a orientar tu carrera profesional hacia la agronomía?

Mis comienzos fueron en una finca de aguacates que ahora es el campo de golf de Santana. Vengo de Villanueva de la Concepción, un pueblo del norte de la provincia de Málaga principalmente agrícola por lo que mis raíces son una influencia fundamental. Mi padre y todos mis antepasados eran agricultores, me gusta la agricultura en todas sus facetas. Desde siempre he tenido muy presente la agronomía, la tenía muy cerca desde pequeño. Más tarde llegó el césped por inercia y situación.

 

Santana Golf se encuentra ubicada en una antigua finca de aguacates, de hecho pasaste de cultivar aguacates a cultivar césped deportivo. ¿Cómo fue este cambio?

Al principio, como cualquier cambio en la vida, tienes recelos y miedo a no hacer las cosas bien. Con el tiempo vas aprendiendo y, al ser un cambio de cultivo que tenía muchas cosas en común con mi actividad anterior, en realidad no fue tan brusco. Por ejemplo, aspectos como la gestión del personal, el riego, los fertilizantes y productos químicos, etc., ya estaban presentes con anterioridad. Al fin y al cabo, cambiar un verde por otro.

Por otro lado tuve suerte de que el nuevo trabajo se ha desarrollado en la misma finca, un espacio del que conocía bastante bien los factores agronómicos y climáticos. la verdad es que me quedé muy satisfecho cambiando los árboles de aguacates que ya estaban llegando al límite de su producción rentable.

 

¿Cómo enfocas tu actividad diaria coordinado el mantenimiento de los dieciocho hoyos de Santana Golf?

Dependiendo de la época del año se presentan distintas labores o trabajos a realizar, manteniendo un orden de preferencia o importancia pero manteniendo siempre los greenes como el elemento lo más importante. Repartimos las tareas haciendo que los trabajos molesten lo menos posible a los jugadores. Por otro lado contamos con el asesoramiento de la empresa IDM con su director técnico Félix Melgar como colaborador externo.

 

Santana Golf presenta tres tipos de hierba en su recorrido, Festuca Arundinacea en roughs, Tifway Bermudagrass 419 en calles y Pencross creeping Bentgrass en greens. ¿Cómo haces para combinar la labores de mantenimiento de cada una?

Tenemos tres tipos de hierbas diferentes y, como comentaba anteriormente, partimos de la base de darle preferencia a las áreas o zonas que consideramos más importantes dentro del campo de golf.

Nuestros greens son de Agrostis, variedad Penncross, que no es la mejor ni la más moderna, pero estamos luchando y buscando sacarla adelante y, de momento vamos, sobreviviendo. La calles son de Bermuda 419, no hacemos resiembra en el invierno cuando marronea un poco o incluso bastante dependiendo del año. Aquí podemos llegar a tener -2 y -3 grados muchos días en invierno, y a eso súmale la lluvia… Aún así nos va muy bien, sobre todo teniendo en cuenta que en verano también suben bastante las temperaturas.

Por último el rough, de Festuca Arundinacea, una hierba bastante resistente de color verde intenso que actúa limitando zonas y dejando un dibujo muy bien definido de la zona de rough. El problema es en verano que sufre bastante con las altas temperaturas necesitando aportes extra de riego para que sobreviva.
 

 

El riego de Santana Golf se realiza principalmente con agua depurada, ¿afecta la calidad del agua al aspecto final del césped?

Yo diría que, dependiendo de la calidad del agua, influye desde el punto de vista agronómico y de manejo más que de aspecto. Sobre todo en los greens y antegreens, que suelen ser de Agrostis. Nosotros disponemos de un sistema de riego Rain Bird gestionado con la Delegación en Rimesa, que nos va muy bien, e intentamos actualizarnos con las nueva tecnologías para el manejo del riego como TDR, sondas, etc.

 

Dispones de un variado parque de maquinaria, ¿cómo responden las unidades y los vehículos de trabajo a las necesidades el día a día?

Nuestro parque de maquinaria es en un 80 % Toro, suministrado por Riversa. También disponemos de varias máquinas John Deere servidas por Agronimer, alguna unidad Baroness que nos traído Recambios Ana Belén, también alguna máquina Jacobsen y vehículos E-Z-GO gracias a Greenmowers así como algunas otras máquinas pequeñas.

Nuestra casa de referencia es Toro, con ellos empezamos y nos ha ido bien. Tenemos la central de repuestos cerca y cuando se decide comprar una máquina nueva siempre contamos con la opinión de nuestro mecánico ya que al final es a él a quien le toca lidiar con los diferentes problemas que puedan tener las unidades. De momento nos va bien.

 

Las nuevas tecnologías están cada vez más presentes en el mundo del greenkeeping, ¿qué diferencias encuentras en tu día a día respeto a veinte años atrás?

Diría que la diferencia es abismal, esto cambia de un año a otro. ¡Imagínate en veinte años! Las sondas, los TDR o los mismos programas de riego son herramientas muy importante que aportan información al instante. En esta profesión hay cambios a diario y continuamente hay que reciclarse para estar más o menos al día.

 

Varios compañeros tuyos coinciden en que es muy positivo que un greenkeeper sea, además, jugador de golf. ¿Estás de acuerdo? ¿Facilita vuestra labor ver el campo con los ojo de un golfista?

No solo estoy de acuerdo sino que además así lo hago. Juego por las tardes y la verdad que te ayuda mucho a ver el campo desde el punto de vista del jugador. Entiendo que debería ser casi obligatorio pero sin llegar a hándicap muy bajos ya que se podría entender que estás más tiempo jugando al golf que trabajando…
 

 

Un buen mantenimiento de un campo de golf es el activo más importante de cualquier club. ¿Crees que en España se valora a los greenkeeper como se merecen?

El activo más importante de un campo de golf, desde mi punto de vista, es el conjunto de todas las áreas. Me gusta valorar el equilibrio del grupo y de los equipos que lo forman, el paquete completo. La valoración de los greenkeepers es algo muy relativo y muy personal, seguro que hay muchos compañeros que se consideran bien valorados y otros no. El nuestro es un sector muy complejo, es difícil de evaluar. Personalmente sí me considero bien valorado.

 

Eres asiduo a ferias congresos, ponencias, charlas técnicas, etc., ¿qué importancia le concedes a la formación y reciclaje de conocimientos?

No solo asiduo, es que no me pierdo una siempre que puedo. Además soy miembro de la actual Junta Rectora de la Asociación Española de Greenkeepers, ya estamos trabajando con vistas a las próximas jornadas que celebrarán el cuarenta aniversario de la AEdG; estamos ilusionados con desarrollar unas jornadas acordes con la fecha. Por otro lado, por supuesto que la formación continua es muy importante.

 

¿Qué le aconsejarías a un recién licenciado que quiera iniciarse en mundo del mantenimiento de campos de golf?

Con los años se aprende que dar consejos es un riesgo y algo que tenga claro que nadie regala nada en esta vida. Que tenga constancia, muchas ganas de trabajar y un poquito de suerte.

 

¿Cuáles son tus objetivos a corto y medio plazo?

Objetivos… como decía aquel, que me dejen como estoy. Bueno, en realidad mis objetivos son mantener el campo de golf lo mejor posible. Que vengan clientes y que pasemos un buen verano sin sobresaltos.
 

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