IÑAKI CANO

  • El golfista vizcaíno es la gran sensación del Open de España, que se está disputando en Madrid
  • Tras su gran actuación en el Masters de Augusta, nadie duda de que será pronto el número 1 mundial

Jon Rahm es el nombre de moda en el golf español. En estos días se está disputando el Open de España en Madrid, con el gran aliciente de ver in situ a la gran sensación del golf nacional e internacional. Su ambición no conoce límites. Hace años, siendo aún niño, ya le vaticinó a su entrenador de entonces que llegaría a lo más alto del golf: «Eduardo, muy pronto alcanzaré el número uno de este deporte y lo voy a ganar todo». Eduardo Celles, su entrenador, simplemente sonrió, pero sabía que el de Barrika solo podría alcanzar si ‘amueblaba’ su cabeza. El número 1 está más cerca que nunca y nadie duda de que Jon Rahm de 23 años, alcanzará aquella meta prometida hace una década.

Ahora que Jon Rahm está jugando muy cerca de donde creció, golfisticamente hablando ya que estuvo 2 años becado por la Blume en Madrid, aquellas ‘bravuconadas’ no lo parecen tanto. Todos los que cuidan de los niños que se inician en este deporte sabían del potencial y predecían que podía llegar a alcanzar sus sueños, pero todos respondían de la misma manera al preguntarles por el chico grande de Vizcaya: «Es impresionante como le pega a la bola con el driver y que fácil lo ve todo en el green pero… tiene un genio que si no lo cuida o canaliza, no será nadie«.

Un árbitro de infantiles y juveniles de la Federación de golf certifica que fueron muchas las veces que tuvo que tranquilizarle y sancionarle por su mala conducta en el campo: «Siendo un buen niño, de buena educación, parece todo lo contrario cuando no da buenos golpes y eso en el golf es muy perjudicial a nivel profesional». Uno de los fotógrafos de golf que más ha seguido a los chavales de la Federación también confirma esas maneras: «En más de una ocasión he visto como los jueces le pedían la tarjeta y le descalificaban por su forma de comportarse tras fallar». Esa historia le perseguirá eternamente pero lo cierto es que parece que ha encontrado quien y como canalizar esos prontos.

Un genio tipo Seve

A Jon Rahm se le podrán discutir muchas cosas pero nadie podrá negarle que es un genio de este deporte y que tiene claro lo que desea alcanzar. Ganar todos los Majors posibles es una de sus metas, el otro gran reto es ser Nº 1 lo antes posible. Podría haberlo sido en Augusta si lo hubiera ganado y por eso se la jugó en el maldito hoyo 15. Reed venía por detrás sabiendo lo que hacía Rahm en el Green delantero y, en el 15, el español buscó el eagle que hubiera asustado al americano pero como a Sergio García, la bola se le fue al agua y con el chapuzón se acabaron las esperanzas de ser en Georgia número uno y ganar su primer Master de Augusta a los 23 años, dos temporadas después de hacerse profesional.

Después de ese golpe al agua, Rahm intentó no mostrar su ‘mal pronto’ pero incluso guiando por un buen camino su genio, a Rahm se le vieron aún algunos ‘ramalazos’ de ese carácter que amenazaba de niño su carrera y que a su vez le ha llevado a ser el número dos del mundo en la actualidad.

Joseba del Carmen, el ‘coach’ que trabaja su cabeza y su concentración, declaró en el Augusta National que Jon hizo cosas muy técnicas para evitar salirse de donde estaba. «Contó hasta cinco o diez, antes de seguir. Respiró profundamente y miró al frente buscando el siguiente objetivo. Los éxitos no sólo se alcancen aquí y ahora, el camino de entrada es largo pero a veces si eres inteligente y paciente se encuentran atajos… en eso estamos Jon y yo ahora mismo».

Cuentan que desde que ha llegado a su vida Joseba del Carmen, la cabeza está más controlada. El motivador-controlador-canalizador, de directivos y deportistas de élite, está consiguiendo que los palos, una vez fallado el golpe, regresen a la bolsa sin daños y que sin reír abiertamente, Rahm esboce una mentirosa sonrisa para parecer que no pasa nada por el ‘rabazo’, así se denominan a los malos goles, que acaba de dar porque sus metas se están alcanzando pese a ir quizás, demasiado deprisa, Los profesionales que han estado cerca de él, tienen claro que llegará a lo más alto y que podrá vestirse con la misma chaqueta que antes llevaron Ballesteros, Olazábal y Sergio García: «Juego al golf por Seve y quiero agradecerle con triunfos este veneno que él me metió en la sangre».

Gonzalo Fernández Castaño, que está en los Estados Unidos, ha vivido muy de cerca el crecimiento deportivo de Jon, cuando se le pregunta por el techo de este jugador responde con contundencia: «Su límite es el cielo. Estar cerca de la familia Mickelson ha reforzado su competitividad que unido a su inspiración, capacidad para jugar bien al golf y a sus ansias por llegar adonde dijo con 14 años. Ahora no habrá quien le pare. Estoy convencido que será el mejor si la suerte le acompaña porque trabaja muchísimo por alcanzarlo y al final tendrá la recompensa que busca porque no se rinde nunca, ni en los peores momentos. Además otros son menos atrevidos y Jon ahora, es un valiente con cabeza».

Ambición, no prepotencia

Cuando se escucha hablar a Jon Rahm de todo lo que está alcanzando uno comprende que era lo que deseaba: «A mis 23 años me parece increíble haber superado por ejemplo a Jordan Spieth que tiene tres grandes y yo sólo un par de PGA. Me está llegando muy pronto, pero es por lo que he luchado y no voy a darle pausa a mi sueño. Que nadie piense que soy prepotente por querer ganarlo todo pero es que soñar no cuesta dinero».

El sueño en estos días está en ganar el Open de España para no defraudar a todos los aficionados que tienen puestas sus esperanzas en el dominio del nuevo ídolo español del golf. De momento, ya ha logrado hacer algo que el aficionado le está agradeciendo con la asistencia al Centro Nacional del Golf después de que Rahm terminará sus compromisos el lunes en los Estados Unidos después del Master y el martes ya tuviera su bolsa en las calles de Madrid.

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