A lo lejos destaca un tumulto en el campo de prácticas. Alrededor de una treintena de personas entre periodistas, traductores, entrenadores, mánagers, familia… forman un amplio corrillo japonés. Pero, sorprendentemente, desde su epicentro, cargado con una bolsa de palos de casi veinte kilos, aparece un joven canario de veintidós años, el protagonista de esta historia.
Lee la noticia completa aquí.