Tras la tempestad provocada el sábado por la publicación de las proyecciones que dan la victoria a Joe Biden en las elecciones presidenciales del pasado martes, tanto él como el actual presidente, Donald Trump, han retomado sus rutinas: ir a misa en el caso de Biden y un partido de golf en el de Trump.
Biden ha comenzado la jornada con una misa junto a su familia en la iglesia católica de San José Brandywine de Greenville, a las afueras de Filadelfia. Tras la misa, Biden ha visitado el cementerio anexo donde están enterrados sus padres, su primera esposa y sus difuntos hija e hijo. Los periodistas que le acompañan han relatado que se arrodilló brevemente junto a una de las tumbas.
Además, Biden y la vicepresidenta electa, Kamala Harris, han publicado una actualización de la web de su campaña para preparar el proceso de transición: ahora incluye cuatro prioridades de gobierno: COVID-19, recuperación económica, igualdad racial y cambio climático.
En cambio, Trump ha visitado su club de golf privado de Sterling donde fue recibido por simpatizantes y manifestantes contrarios en la carretera de acceso al recinto. Entre las pancartas se podían leer frases como «Naranja aplastado» o «Trumpty Dumpty se cayó del muro», en un juego de palabras de una popular canción infantil.
Trump ha publicado además en su cuenta particular y verificada en Twitter una serie de citas de personalidades conservadoras como Newt Gingrich sobre el supuesto fraude electoral. Twitter ha marcado estos mensajes como «en disputa».