El balneario de Guitiriz, propiedad del empresario Andrés Conde Medín, podría cambiar de manos en breve, porque la familia propietaria, que se esforzó en sacar adelante el proyecto, está buscando una cadena que se quede con las instalaciones, de cuatro estrellas. El balneario tiene ciento veintisiete habitaciones, un campo de golf de nueve hoyos y unas instalaciones termales que hace ya dos meses que no funcionan por falta de combustible para calentar el agua. Los empleados llevan desde la segunda semana de abril sin carga de trabajo, porque el mismo día en que se acabó el gasoil se quedaron sin agua caliente y tuvieron que dejar de prestar servicios a los clientes.

 

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