«Con los jugadores locales no podemos mantener los campos de golf, necesitamos los que viene del norte de Europa y, por suerte para nosotros, Andalucía está perfectamente posicionada y somos primer destino, pero si este otoño-invierno no tenemos posibilidad de recibir a estos jugadores o se reduce su presencia, va a ser complicado para muchos campos», ha explicado a Europa Press el presidente de la Asociación de Campos de Golf de Almería, Francisco Venegas.
El representante de la entidad, integrada en Asempal, ha apuntado que la declaración del estado de alarma a mitad de marzo conllevó adelantar el cierre de la temporada alta y el regreso anticipado de jugadores internacionales que, durante el verano, ya no prevén regresar al contar con temperaturas suaves en sus países de origen, lo que les posibilita practicar el golf cerca de sus casas.
En este sentido, la reapertura, que se ha producido ya en seis de los ocho campos de golf de la provincia, la han protagonizado los jugadores locales, cuya afluencia está siendo mayor incluso que durante la misma época del año pasado. «No bajamos de una media de 100 jugadores todos los días», ha reconocido Venegas quien ha destacado un pico de hasta 180 jugadores el primer día de apertura en Alborán Golf, donde como en el resto de instalaciones, se han adoptado protocolos de seguridad e higiene.
No obstante, ha recordado que el mantenimiento que requieren los campos es muy costoso, por lo que incluso con el turismo nacional muchas de ellos no podrían sobrevivir sin los «cientos y cientos» de jugadores extranjeros que organizan sus vacaciones entre octubre y abril.
«Estamos pendientes de que en octubre-noviembre no haya problemas con el tráfico aéreo, de lo contrario será un desastre», ha reconocido Venegas, quien ha destacado la importancia para los campos almerienses de los visitantes procedentes de Suecia, ya que ocupan buena parte de las plazas hoteleras de El Toyo en la temporada baja para el turismo habitual.
Por el momento, los responsables de los campos se mantienen expectantes y confían en que el turismo nacional, con la recuperación de los desplazamientos entre provincias, logre salvar el verano. «Necesitamos que haya esa circulación y que abran los hoteles», ha incidido el presidente de la asociación, quien aboga por estrategias de promoción para atraer a turistas de otras comunidades donde hay una buena cantera de jugadores de golf, como el caso de la Comunidad de Madrid e incluso otras provincias andaluzas.
Almería cuenta con todos sus campos de golf abiertos a excepción de Valle del Este en Vera -abrirá el 29 de mayo- y La Envía Golf, en Vícar. Entre los ya operan, son pocos los que cuentan con un horario adaptado, ya que la mayor parte ha decidido aprovechar el aumento de las horas de sol que proporciona la temporada estival para facilitar el acceso a un deporte en el que el distanciamiento social es intrínseco.
«MUCHA OCUPACIÓN» EN LAS PRIMERAS SEMANAS
Venegas ha asegurado que los campos recibieron una «gran cantidad» de llamadas para hacer reservas al saberse que podrían retomar su actividad a partir del 11 de mayo. «Pensábamos que iba a ser cosa de la primera semana por ser una novedad, pero está habiendo mucha ocupación y hay mucha gente jugando», ha reconocido ante la frecuentación de los campos, que han adaptado las normas para garantizar el juego seguro.
En esta línea, y a partir de un protocolo articulado desde el sector, se adoptaron una serie de medidas, entre ellas, aumentar el tiempo en las salidas escalonadas al campo entre partidos, individualizar la atención a los usuarios en la casa-club, retirar el uso de elementos comunes como rastrillos en los búnkers de arena o limitar el acceso a los cuartos de palos, que se realizan únicamente por personal dotado de EPI.
Asimismo, se ha apartar las banderas de los hoyos y el acceso a los vestuarios, por lo que únicamente pueden usarse los aseos con una persona por turno. También se ha aumentado la presencia de dispensadores de gel hidroalcohólico y se ha generalizado el uso de la mascarilla, aunque no en los campos.
«La gente del sector está jugando con mucha prudencia, entendiendo todo lo que les explicamos sobre las medidas sanitarias», se ha congratulado el presidente de la asociación, quien ha recordado que suele haber unos 200 metros de distancia entre los diferentes partidos que se juegan en el campo, con un espacio entre los jugadores de un mismo partido de entre 20 o 25 metros.