El enlace entre Tarragona y Reus cambiará notoriamente su aspecto en poco tiempo. Primero con la puesta en marcho del Anillo Mediterráneo y más adelante también con la esperada inauguración de Ikea, que relanzará la apuesta comercial del sur de Catalunya. Este entorno sumará nuevo dinamismo e incrementará su atractivo de cara a la atracción nuevas actividades e inversiones. Pero, ¿de qué usos estamos hablando? El extremo tarraconense está prácticamente definido. Desde un barrio alrededor de la estación Intermodal, con un campo de golf incluido, a un parque hotelero y oficinas. Iniciativas que están o que en algún momento han estado encima de la mesa y que deben servir para tejer este espacio como un auténtico motor de desarrollo

 

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