El matemático y físico griego Arquímedes decía que con un punto de apoyo sería capaz de mover el mundo, algo a lo que nuestros protagonistas han dado la vuelta para convertirlo en: «dadme un palo de golf y removeré mi casa hasta convertirla en un circuito interminable». Cabe destacar el ‘práctico’ final al que la pelota de golf se ve abocada.