Cuando las medidas sanitarias empezaban a dar un poco de treguar a la sociedad en general y el deporte en particular, la nueva variante de Covid-19 conocida como Ómicron ha dado un vuelco a la situación y se ha convertido en un obstáculo para la celebración de ciertos eventos deportivos y el desarrollo de algunas competiciones en todo el mundo.
Mientras que las autoridades de muchos países han endurecido nuevamente las medidas sanitarias de cara a fechas tan señaladas como la Navidad, el mundo del deporte ha visto alterado su camino evolutivo en la ‘nueva normalidad’. Cancelación de torneos, restricciones de aforos en competiciones, mano dura en lo referente a pruebas anti-covid de deportistas y cuerpos técnicos. Un paso atrás significativo, a la vez que necesario para que la cosa no vaya a mayores.
El fútbol en alemán fue uno de los primeros en tomar medidas para evitar la propagación masiva del virus, siendo el primer país en declarar el cierre de estadios, como en los primeros compases de la pandemia, hace ya casi dos años. Esta medida hace que la Bundesliga se juegue sin público durante lo que resta de 2021. “Claramente tenemos que limitar las grandes concentraciones recreativas”, declaró Helge Braun, jefe del gabinete de la canciller saliente de Alemania, Ángela Merkel. “Teniendo en cuenta la dramática situación del país, no es razonable asistir a partidos de la Bundesliga como el pasado fin de semana con decenas de miles de espectadores”. Una medida que afectará al gran clásico del fútbol alemán entre Borussia Dortmund y el Bayern de Múnich, previsto para el 4 de diciembre. Lo mismo sucederá con los partidos de Champions League, entre los que está la visita del FC Barcelona al Bayern del 8 de diciembre. “El futbol tiene una importante función de ejemplaridad. Hay diferentes opiniones, pero si cerramos los mercados de Navidad, no es coherente enviar a 15.000 o 18.000 personas a un estadio de futbol”, comentó Markus Söder, jefe del gobierno regional bávaro.
Sin embargo, uno de los mayores palos que ha dado Ómicron al fútbol tuvo lugar en Portugal, cuando 13 integrantes de la plantilla del Belenenses dieron positivo por esta nueva variante y su equipo se vio obligado a saltar al césped con sólo nueve jugadores ante el Benfica. El resultado fue de 0-7 y suspensión del encuentro después de que tres jugadores alegasen lesiones y el choque no pudiese continuar.
El golf y el cierre de fronteras
Uno de los principales lastres a la hora de llevar a cabo campeonatos y torneos internacionales ha sido el transporte aéreo y el paso de fronteras. Varios países han cerrado sus fronteras a vuelos procedentes de países del sur de África, bloqueando al mismo tiempo la entrada de deportistas, así como la ‘repatriación sanitaria’ de algunos que ya se encontraban en el extranjero.
Si hay un deporte que se ha visto claramente afectado por la aparición de Ómicron ha sido el golf. El antiguo European Tour, ahora conocido como DP World Tour, tiene varios torneos en el sur de África, supuesto origen de la nueva variante, y muchos de los participantes se han visto obligados a regresar a sus países de origen antes del cierre de fronteras. El Joburg Open fue el torneo peor parado con esta situación, viendo como un total de 16 golfistas británicos hacían las maletas. Los dos torneos restantes, uno celebrado en Johannesburgo y el South African Open Championship han sufrido y/o esperan sufrir situaciones similares. De hecho, el Open de Sudáfrica limitó al máximo en número de participantes antes de dar comienzo. Algo que no se ha hecho en el Alfred Dunhill Championship, que directamente ha suspendido su edición de 2021 por culpa del reflotar de la pandemia.
Hockey y rugby, los otros grandes damnificados
Otra competición que ha preferido dar marcha atrás y suspender su celebración ha sido el Mundial Junior de hockey hierba femenino, que estaba previsto que se disputase en la zona afectada. «La Federación Internacional de Hockey seguirá analizando en las próximas fechas la situación para poder tomar una decisión lo más pronto posible sobre la organización de este mundial», informó mediante un comunicado oficial la citada federación.
Igualmente, el rugby, un deporte con gran tradición en el Sur de África, se ha visto afectado, dentro y fuera de sus fronteras. Reino Unido canceló el partido de rugby entre Barbarians y Samoa en el estadio Twickenham, en Londres. En ese mismo estadio, más de 80.000 personas asistieron a un partido de Inglaterra contra Sudáfrica el pasado 20 de noviembre y el gobierno recomendó a los asistentes a dicho choque que se hagan una prueba PCR tras la detección de varios casos positivos.
Desafortunadamente, parece que no será la única que tenga que tomar medidas en lo referente a eventos deportivos de final de año. El último en caer hasta la fecha ha sido la Universidad de invierno, que estaba previsto que organizase Suiza y se ha anunciado que no se llevará a cabo. La Copa de Naciones de 2022 y los Juegos Olímpicos de invierno de 2022 están también en el aire.