Que tenemos problemas a la hora de gestionar la parcela se restauración de un campo de golf, y que para los gerentes ha sido, es, y seguirá siendo un quebradero de cabeza, es algo obvio. Es el problema que me encuentro cada día que voy a un campo de golf. Que la gran mayoría de los establecimientos de restauración de nuestra instalaciones generan pérdidas al club, también es un obviedad. Hay una falta de gestión total pero sobre todos de bases, de conocimiento, de formación. Entonces habrá que pensar en algo, ¿no? ¿Seguimos igual sin hacer nada o intentamos dar un giro radical adaptado a las nuevas tendencias de mercado y esperamos a ver qué pasa? De esta manera nace el concepto Grab & Go, el ‘Casual Food’ del golf.

Si lo pensamos bien, sólo hay un sitio por donde el jugador pasa sí o sí una vez dentro de las instalaciones de nuestro campo, el pro-shop, dónde los horarios de apertura se adaptan a los del campo y dónde ya hay un personal destinado a este centro de producción. Los hay que pasan, recogen su tarjeta, pagan y van directamente al campo de prácticas o al campo. La gran mayoría no suele pasar por la casa club ni a tomarse un café pues ya suelen venir desayunados de sus casas. Después de la partida depende, los hay que se quedan y otros que van directos al parking y se marchan sin hacer una mínima consumición. Tendríamos que ver la conversión de jugadores/día que luego pasan por la casa club, excepto algunos casos, el ratio es muy bajo, preocupante. ¿Soluciones? ¿Seguimos como estamos o arriesgamos? ¿Unificamos espacios? ¿Es una locura? Ingenuidad y locura es seguir haciendo siempre lo mismo y esperar resultados diferentes. ¿Os suena, verdad?

Hay que optimizar espacios, sacarles el máximo rendimiento, inventarnos nuevas ubicaciones donde podamos ejercer acciones venta sin que esta nos suponga un coste adicional de recursos humanos. De esta manera surgen nuevos y novedosos conceptos en el mundo del golf. El Take Away y el Grab & Go, ‘Casual Food’. Ambos son tendencias brutales en el panorama gastronómico actual y no me cabe la menor duda de que podrían tener cabida en este mundo.
 

 
El Take Way (concepto pre-order)

Esto es algo que ya se está haciendo en clubs como el RACE, un concepto tipo ‘food truck’ sencillo y la vez muy operativo y de tremenda calidad. Un concepto innovador que exige de pocos recursos y el retorno es enorme. La operativa es sencilla: comunicar en el tee del 9 un listados de sándwiches y bocadillos donde el cliente, con tan solo una llamada, puede hacer su pedido y recogerlo en el cruce del 9 al 10, recién hecho, sin esperar y sin romper el ritmo de juego de las partidas que viene detrás. Y, una vez allí, si formamos bien a nuestro personal, podemos aplicar técnicas de venta como el cross selling, intentando venderle ese algo más que nos subirá el ticket medio. O directamente ofrecer un combo ‘bocadillo + bebida + bolsa de patatas o barrita energética’.

The Grab & Go, el ‘Casual Food’ del golf

Que la comida orgánica y saludable está en alza es algo que está cantado, es posiblemente la tendencia gastronómica que más fuerte se está extendiendo dentro de nuestras fronteras, y mucho más fuera de ellas. Que las nuevas generaciones vienen pidiendo a gritos este tipo de alimentación sana, saludable y sobre todo rápida y económica, es algo indudable, la generación millenial viene pisando fuerte y lo que demanda es precisamente esto, rapidez, producto natural y precio.

Pero antes de nada, tenemos que tener claro cuál es el concepto ‘Casual Food’. Muchos os preguntaréis cuál es su significado, ¿esto qué es? Pues bien, esto es ‘Casual Food’:

  • ‘Casual food’ es poder comer de forma espontánea, en un campo de prácticas, en el buggy, caminando por la calle, en el tee esperando a la partida de enfrente
  • ‘Casual food’ es poder comer donde quieras pero de forma equilibrada
  • ‘Casual food’ son productos elaborados a diario, frescos-frescos, para que tú lo notes al tomarlo
  • ‘Casual food’ debe tener un formato cómodo para ti, que te permita tomarlo sobre la marcha, de una vez y sin mancharte

Pues bien, este el proyecto que queremos lanzar el próximo mes de septiembre, conceptos novedosos que solucionen los problemas de los clubs de golf, que no supongan un sobrecoste en la operativa del día a día y, por supuesto, que no suponga un sobrecoste de sueldos sino de todo lo contrario porque es aquí, en la parcela salarial, donde los departamentos de restauración hacen más aguas que el Titanic. Son estos los costes que precisamente revientan las cuentas de explotación dentro del departamento de restauración. Y luego tiene otra ventaja, no hay que cocinar, son productos que ya vienen elaborados por lo que las mermas de producto bajan de manera abismal, amén del gasto salarial que os supone no tener un número de cocineros en plantilla. Y otra ventaja, los productos quinta gama no cogen vacaciones, ni bajas, ni cobran un despido e indemnización, factor importante y mucho.

Entonces, ¿nos atrevemos? ¿Nos adelantamos a lo que sin duda se implantará tarde o temprano en los clubs deportivos sean de golf, tenis o pádel? ¿Hablamos?
 

Chema Alcázar es consultor Golf & Food Solutions
 

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