Los vecinos de la zona siguen a la espera de saber qué pasará con el campo de golf, cerrado desde hace algo más de un año y con un futuro incierto. Han reclamando insistentemente que se mantengan las instalaciones (de las que se ha hecho cargo del Ayuntamiento) para así atraer a más empresas interesadas. El Ayuntamiento encargó hace unos meses un estudio sobre el estado actual del campo para, en base a él, determinar si se saca a concurso o subasta su gestión o bien se toma otra decisión, que podría pasar por cederlo a la Agencia Tributaria, con quienes los actuales gestores tienen una deuda.
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