Siendo España el país de Europa con más horas de sol al año, no es de extrañar que sea un factor a tener en cuenta en diversos aspectos. Por una lado es, sin duda, uno de nuestros mayores atractivos turísticos, y por otro lado es una fuente de energía que poco a poco se va aprovechando más. También es una variable que se tiene presente a la hora de diseñar o reformar edificios estudiando su orientación o la forma de plantear diversos sombreamientos.

El sol no es solo un recurso aprovechable, también es una fuente de energía que en ocasiones debemos controlar y de la que protegernos. En el exterior utilizamos gorras, viseras y demás tipos de sombreros combinados con cremas solares o ropas adecuadas para evitar que el sol nos queme pero, ¿cómo nos protegemos dentro de edificios como la casa club de un campo de golf?

Para protegernos dentro de edificios lo más habitual es usar elementos clásicos de sombreamiento como toldos, estores o cortinas, existiendo desde hace poco las láminas de control solar, una interesante solución que se instala en ventanas, escaparates o claraboyas y que ofrece una notable reducción de la transferencia de calor a través del cristal permitiendo que en verano no se recaliente la estancia y que en invierno no se pierda el calor interior. Se trata de un interesante elemento que permitiría aumentar el confort de la casa club así como las satisfacción de los jugadores y visitantes que en ella se encontrasen.
 

 
Estás láminas de control solar se instalan según las necesidades del cliente y de los requerimientos del cristal a laminar. Existen varias opciones según el cristal sea horizontal o vertical, las influencia de las condiciones meteorológicas, el tipo de cristal (doble o simple), el acabado estético deseado, etc. En definitiva, hay una opción para cada tipo de necesidad. Las láminas de control solar se instalan de forma sencilla adhiriéndolas a los cristales sin necesidad de obras ni cambio de ventanas, convirtiéndose en una solución muy práctica y económica de mejorar la eficiencia energética y la transmisión de calor de la estancia.

Paralelamente al ahorro energético que supone este sistema, otra aplicación a tener en cuenta si se instalasen estas láminas de control solar en la pro-shop del club sería evitar la decoloración de los productos expuestos. Esta agresión se vería drásticamente reducida al instalar láminas específicas para este efecto que, si bien no son las de mayor reducción de calor, presentan un acabado estético que permite que el escaparate cumpla su función de presentación de producto al tiempo que se reduce el efecto decolorante producido por los rayos ultravioleta (UV).
 

Jorge Rodríguez Nagy es ingeniero técnico de telecomunicación y executive MBA, gestionando productos, servicios y proyectos de ingeniería desde www.rodrigueznagy.es. Por otro lado es jugador de golf desde hace más de veinte años y es buen conocedor de las instalaciones de los clubs de golf.

Ir a la fuente