La Política Agrícola Común (PAC), que entró en vigor el pasado 1 de enero, implantará cambios relevantes y deja la puerta abierta a asuntos polémicos como que terrenos de aeropuertos o campos de golf puedan percibir subvenciones, algo que se debatió en el pasado. Bruselas, que ha aprobado esta reforma intermedia —que será revisada en 2020— da la opción a cada Estado para que defina que activo puede ser perceptor de los pagos europeos.
 

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