20MINUTOS.ES
- El hijo de Isabel II juega al golf en el Real Club de Valderrama, en Málaga (Andalucía).
- El príncipe Andrés, «horrorizado» por aparecer en un vídeo en la casa donde Epstein abusaba de menores.
- Virginia Giuffre, una de las víctimas del millonario Jeffrey Epstein: «El príncipe Andrés sabe lo que ha hecho».
El hijo de Isabel II insiste en defender su inocencia en el caso Epstein, lo que no le aleja de los focos tras la polémica: las víctimas de las agresiones sexuales del millonario Jeffrey Epstein relataron este martes su pesadilla ante el juez. Mientras tanto, el duque de York disfruta en España de una de sus aficiones de índole escocesa: el golf.
«Él sabe lo que ha hecho», sentenciaba una de las víctimas, Virginia Giuffre, a las puertas del tribunal en Nueva York (EE UU). Pero al príncipe la noticia le pilló en nuestro país, donde se encuentra desde pasado 14 de agosto.
Aunque se desconocía su paradero, los medios dieron este miércoles con el tercer hijo de la actual monarca británica, cuando aterrizaba en Málaga junto a las princesas Beatriz y Eugenia de York, sus hijas.
La familia bajaba de un jet privado y se dirigía hacia el vehículo que les trasladaría a una villa en Sotogrande, una propiedad cercana a la playa y el campo de polo que forma parte de la conocida urbanización.
La aristócrata británica Clare Mountbatten ya había anticipado que la duquesa de York, Sarah Ferguson, suele alquilar cada verano una casa en Sotogrande. Y por las fotografías tomadas en la localidad gaditana se comprueba que no solo a Ferguson le agrada el golf.
Sobre el Real Club de Valderrama
El príncipe aprovecha los días en el Real Club de Valderrama (uno de los más prestigiosos de Europa), enfundado en su uniforme de golfista, compuesto por unos pantalones azules, un polo de color crema, una gorra característica de este deporte y unos calcetines de color blanco.
El Real Club de Valderrama es un campo donde se han jugado algunas competiciones de golf importantes. De hecho, se caracteriza por ser el mejor campo del mundo. Incluso personalidades como Rainero de Mónaco o George Bush Junior han pisado su hierba.
No todo el mundo puede jugar en este enclave: para ser socio del club (no se pueden desvelar nombres, al ser información privada) se requiere el aval mínimo de dos socios y una charla con el comité de admisiones.
Lo único que se sabe es que la mayoría son extranjeros que gozan de un poder adquisitivo considerable; entre ellos, estaría un íntimo de Andrés de Inglaterra.