El golf y la agricultura son, cada uno desde su respectiva realidad, dos ejemplos de una utilización eficiente y responsable de los recursos hídricos que tienen a su disposición, y el desarrollo de uno y otro no entran en conflicto sino que se complementan. Ésta es una de las principales conclusiones alcanzadas en la mesa redonda organizada por el diario Información sobre el uso del agua en los campos de golf y la hipotética interacción que esto puede tener con el espacio agrícola, celebrada esta semana y que contó con representantes de los distintos ámbitos implicados. La convivencia entre ambas actividades fue uno de los aspectos más destacados del encuentro, en el que todos los presentes coincidieron en que las instalaciones deportivas no hacen interferencia alguna sobre el medio agrario, al utilizar aguas de diferente procedencia.

 

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